miércoles, 18 de mayo de 2016

Sero-Convertidos: Hombres Gay que deciden vivir con VIH

Sero-Convertidos[1]

Introducción



          
     Luego que en la década de los 80´s se descubriera el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), los casos de personas que viven con este virus ha aumentado dramáticamente, ya que desde ese momento hasta nuestros días, se ha convertido en la pandemia de mayor expansión en todo el mundo, quitándole la vida a miles de personas, principalmente en el África subsahariana, donde no se ha encontrado una explicación al impresionante número de casos provenientes de esta región y se han lanzado varias hipótesis para dar explicación a ello, como lo pueden ser el déficit alimentario o sus inapropiadas condiciones de salubridad; en el segundo lugar de portabilidad del virus en el mundo se encuentran los hombres gay, quienes en occidente[2] portan la carga del estigma y el rechazo que el miedo hacia esta orientación y ejercicio de la sexualidad ha generado, al ser este grupo poblacional que posee las tasas más altas de VIH  se ha comenzado a asociar la (homo)sexualidad como causante del virus, y estas afirmaciones  son fortalecidas por argumentos de índole moral – religiosa.

     El aumento vertiginoso en las tasas de población gay viviendo con VIH, ha provocado que muchos de ellos decidan dejar de luchar contra algo que parece inevitable (Adquirir el virus), por ello, muchos ingresan en la filosofía “Bugchasing” o persecución del bicho, esta práctica se caracteriza por buscar de manera voluntaria a personas Sero-Positivas o  "Giftgivers" que deseen “convertir” de manera consensuada a otras Sero-Negativas, para así Sero-convertirse e ingresar a hacer parte de este colectivo.
    
Un ejercicio de sexualidad libre, que para la mayoría sería irresponsable que elige abandonar la cultura del miedo y el control que tiene sobre sus cuerpos y que gran parte de las personas gay han decidido optar como forma de vida, es lo que se analizará, ya que son hombres[3] que dejan de estar regulados por normas de comportamiento de una <sexualidad saludable>, heterocentrada que intenta intimidar y coactar por medio del temor que produce la obtención de enfermedades que pueden ser crónicas, ligadas directamente a las prácticas que no se ajusten a la de procreación heterosexual.

 Dentro de los espacios de sexualidades (H-H) se han empezado a construir comunidades de “Barebackers”, hombres que tienen sexo “a pelo” o sin condón, espacios donde no se pregunta a diferencia de otros la sero-negatividad del otro, ya que se da por sentado que esta vive o piensa vivir con VIH[4]  por ello esperan tener un encuentro en el que no se piense en enfermedades y problemas que sexualidades <dañinas> puedan causar, tan sólo se vive el momento, rompiendo la lógica que impera sobre el autocuidado y el bienestar de sí, es una apuesta que rompe con las políticas racionales sobre el manejo del cuerpo y la sexualidad, quebranta el miedo y el poder que las industrias productoras de preservativos y los medios de comunicación generan constantemente sobre la población, ya que al final (reflexionan estos grupos) el ser marica es casi una condena en la que tarde o temprano cada hombre homosexual, por un descuido o error podrá contraer el virus, y que mejor que hacer de esta condena un acto consiente y consensuado entre el sero-negativo y el sero-positivo para convertirse, y de esta manera ingresar a una comunidad que cada vez es más grande y visible, que aunque no lo pretenda se está volviendo un problema para las autoridades médicas y una muestra de la poca efectividad que las campañas de prevención han logrado.

Barebacker como contrasexualidad

     El significado de la práctica barebacker es necesario entenderla como una forma de resistencia desde el cuerpo, sexualidades que salen de la construcción y norma heterosexual y que son marginadas al ámbito de lo privado, aquello que Preciado desde la biopolítica de Foucault llama el sexo como contrato contrasexual en búsqueda del placer-saber “los trabajadores del ano son los nuevos proletarios de una posible revolución contrasexual.” (Preciado, 2011, pág. 24).

     Esta forma de contrasexualidad siguiendo a Preciado puede entender contraer el virus como lucha directa contra diferentes formas de dominación, poder-saber, como las productoras de fármacos antirretrovirales[5] que se enriquecen prolongando la vida de estas personas, las industrias de preservativos que por medio de una pedagogía del miedo y no de la consciencia intentan evitar nuevos casos de contagio, la sociedad que desde su doxa marginaliza y estigmatiza a estos peligrosos “enfermos”, la población gay que utiliza el termino sidoso contra quienes son desagradables para ellos, en un intento de burla pública que genere sospecha del estado de Sero-negatividad del otro; esto es lo que se enfrentan las personas con VIH , y muchos como forma de reivindicación de lo que decidieron -o no - ser retoman el insulto, lo que representan y lo transforman en el emblema de su libertad, algo similar con lo que sucedió con los grupos “Queer” en Estados unidos y Europa, quienes decidieron adoptar las ofensas como parte integral de su reconocimiento desde el cual inician una lucha política por la diferencia y el poder ser.   

     A diferencia de lo que se podría creer la obtención voluntaria del virus no es una forma de suicidio, por el contrario, en ello se vinculan formas de deseo (por ello el sexo a pelo se ha convertido en una de las categorías más visitadas por los usuarios que ven páginas de pornografía), fetiches generados hacia la intriga que produce la posibilidad de obtener-tener, el placer de sentir al otro sin barreras, la posibilidad de excluir a ese otro que no quieren entrar en el juego; es lo que sustenta en gran parte el libido de ser de una minoría que rompe con la cultura imperante, ya que si bien la práctica homosexual en si es rechazada por norma heterosexual – patriarcal, estos hombres gay se reconocen desde la diferencia y potencian el “estigma” en algo en lo que quieren ser y no como lo muestran los medios, algo que me toco tener, como una especie de carga que se debe llevar la persona por no adecuarse a lo (moral-sano) establecido.

     Esta forma de contrasexualidad subvierte el orden de la sexualidad instrumental heterosexual, es una forma de lucha contra-hegemónica de un grupo continuamente subalternizado que existe pero que incomoda <ya que no son fáciles de distinguir>, que luchan contra imposibilidad que los otros intentan darle a su existencia, que combaten la norma y estigma heterosexual y a su vez resisten el rechazo por parte de otros colectivos gay - lésbicos, que ven en ellos una legitimación de los prejuicios contra los homosexuales y que en parte causan el entorpecimiento de parte de sus luchas por la obtención de derechos fundamentales.

     Es a su vez una continuación de la revolución sexual iniciada a mediados de los años 80´s, con un nuevo enfoque, que se aleja en gran parte de aquella corriente, que actualmente ha sido cooptada por las luchas de corte liberal, una  mirada que ve la obtención de derechos como una manera de aceptación por parte de la sociedad, que algunas lo llaman como el reconocimiento de las diferencias y un avance a una sociedad mejor; pero que otras ven como una forma de coacción, ya que no ha habido un cambio cultural de fondo que permita y de las posibilidades de ser abiertamente diferente y que vaya más allá del reconocimiento de los derechos constitucionales.

     Esta nueva revolución sexual posee más de lo que Mignolo en su ensayo llama desobediencia epistémica, pensamiento independiente y libertad, la cual desde diferentes reflexiones y maneras de enunciación ha permitido construir nuevas identidades y sexualidades de-coloniales que permitan romper la cosmología occidental capitalista, creando sus propias relaciones sociales – sexuales que los representan e identifican.



Bibliografía

·                ·     Mignolo, Walter. Desobediencia epistémica. Pensamiento independiente y libertad decolonial. Otro logos revista de estudios críticos. Argentina
·         Preciado, B. (2011). Manifiesto Contrasexual. Barcelona: Anagrama.



[1] Ensayo presentado para la clase de Estudios Culturales de LEBECS - UPN
[2] Se hace la aclaración ya que las tasas más altas de personas gay que viven con VIH se dan en occidente y por otro lado no hay mucha información de comunidades Barebackers en otro tipo de culturas.
[3] Se hace referencia a hombres gay ya que son quienes principalmente han adquirido está práctica, sin desconocer que también se dan <aunque en menor medida> en otras poblaciones con diferentes “orientaciones sexuales”.

[4] Es necesario diferenciar que Bugchasing es la idea de contagiarse voluntariamente para llegar a obtener VIH y Barebackers es la práctica en si del sexo sin protección, no todo barebacker fue bugchaiser, ya que muchos optan por tener está sexualidad sin reflexionarlo o ya cuando se enteraron que vivían con VIH.
[5] Gran parte de la población que vive con VIH opta por no acceder a un tratamiento y no sujetarse a los efectos secundarios que estos producen.